domingo, 19 de noviembre de 2017

T 4 EL HUMANISMO Y LA REFORMA PROTESTANTE



El Humanismo
El Humanismo es la corriente intelectual y cultural que se desarrolla en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI y que tuvo como objetivo liberarse del pensamiento dominante durante el final de la Edad Media, la Escolástica Católica. Se caracterizó por:

  • El antropocentrismo, o interés por el hombre como centro del universo.
  • La admiración por la cultura de la Antigüedad griega y romana.
  • El individualismo en la búsqueda de la verdad mediante la razón y el estudio personal.

La difusión de las obras de los humanistas y de los autores clásicos se vio favorecida por la imprenta, inventada hacia 1440 por el alemán Johannes Gutenberg (1400-1468).
   El desarrollo del Humanismo corrió parejo al de la  revolución científica:

  • Nicolás Copérnico (1473-1543) formuló su teoría del heliocentrismo, según la cual el Sol era el centro del universo y la Tierra giraba a su alrededor.
  • Andrés Vesalio (1514-1564) impulsó el estudio de la anatomía humana, y el español Miguel Servet (1511-1553) elaboró una avanzada teoría de la circulación de la sangre, junto a sus críticas de los dogmas religiosos por las que fue condenado a la hoguera.
  • Los descubrimientos geográficos impulsaron otras ciencias, como la geografía, la botánica, la zoología y la cartografía.

Pero el gran impulsor del Humanismo fue el holandés Erasmo de Rotterdam (1469 - 1536) quien inició la crítica sobre las supersticiones y las malas prácticas de la Iglesia Católica, sus principales obras fueron El Enchiridion, donde aboga por una fe cristiana racional y personal, y El Elogio de la Locura, en la que critica no solo los excusos religiosos sino también las injusticias sociales y políticas. Las obras y el estilo de Erasmo ejercieron  una gran influencia sobre los autores españoles de los siglos XVI y XVII como Miguel de Cervantes o Francisco de Quevedo.
    La gran diferencia entre los humanistas y los reformadores protestantes consistió en que los primeros nunca llegaron a romper con la Iglesia de Roma, mientras los segundos si, creando nuevas iglesias cristianas reformadas.

La Reforma Protestante
Desde finales de la Edad Media, se sentía la necesidad de emprender una profunda reforma religiosa que acabara con los vicios y la corrupción de la Iglesia. Lutero, en Alemania, fue el primero en romper con el dogma establecido, poniendo fin a la unidad de la cristiandad occidental.
   A principios del siglo XVI la imagen que ofrecía la Iglesia indignaba a muchos cristianos, que no podían aceptar prácticas como la compraventa de cargos eclesiásticos, el lujo de los papas, que se comportaban como príncipes autocráticos, la vida relajada de los clérigos y su escasa preparación.
   Martin Lutero (1483-1546), monje agustino y profesor de teología de la Universidad de Wittenberg, se rebeló contra Roma cuando el Papa León X (1513-1521) ordenó, en 1517, la predicación de indulgencias, es decir, el perdón de los pecados a cambio de limosnas para financiar la reconstrucción de la basílica de San Pedro.
   El 30 de octubre de ese año Lutero fijó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus noventa y cinco tesis contra la doctrina católica. Los puntos principales de su reforma eran:

  • La justificación por la fe: las personas se salvan sólo por su fe, y no por sus obras.
  • El sacerdocio universal: todos los creyentes pueden interpretar libremente los textos sagrados.
  • El libre examen de la Biblia, con el rechazo de la tradición de la Iglesia como fuente de la verdad y como autoridad en la interpretación bíblica.
  • Abolición del celibato sacerdotal obligatorio.
  • Reducción de los sacramentos a dos: bautismo y eucaristía.

En Alemania las ideas de Lutero se extendieron rápidamente, por estar dividida en múltiples estados cuyos príncipes deseaban independizarse de la autoridad del emperador Carlos V y del Papa. De este modo, la Reforma se convirtió en un arma ideológica para justificar intereses políticos.
   En Inglaterra, la misma motivación política, impulsada por el deseo de reforzar la monarquía autoritaria, propició la separación respecto a la Iglesia de Roma cuando Enrique VIII (1509-1547) decidió crear la Iglesia anglicana (1534).
   En Suiza, la Reforma tuvo como protagonistas a Juan Calvino (1509-1564), quien instauró en Ginebra un gobierno religioso basado en la doctrina de la predestinación. Fue Calvino y el gobierno de Ginebra quienes condenaron a la hoguera al humanista español Miguel Servet, irónicamente llevando a cabo una condena que ya había recibido de la inquisición del Papa.
  El Calvinismo se propagó por los Países Bajos, Escocia (presbiterianos), Inglaterra (puritanos) y Francia (hugonotes).
    La consecuencia principal de la Reforma fue la división de Europa en diversas confesiones enfrentadas. Tras la paz de Augsburgo (1555) entre Carlos V y los príncipes protestantes alemanes, se impuso la idea de que los súbditos estaban obligados a abrazar la religión de su señor, según la fórmula cuius regio, eius religio («tal es su país, tal su religión»), esto presuponía el reconocimiento de que la unidad religiosa católica se había roto 

El Concilio de Trento y la Contrarreforma
La Iglesia católica también tenía un anhelo de reforma, pero la verdadera reacción sólo tuvo lugar cuando se comprobó que el acuerdo con los protestantes era imposible.
   El resultado fue la Contrarreforma, cuyos principios eran opuestos a los de la Reforma de Lutero. El Concilio de Trento (1545-1563) fue convocado por el Papa Paulo III para fijar el dogma católico y crear nuevos medios de difusión de la doctrina.
   Las consecuencias inmediatas del Concilio fueron:

  • El dogma: se mantuvieron la creencia en la salvación por la fe y también por las obras, los siete sacramentos, el celibato sacerdotal y el culto a la Virgen y los santos; se ratificó la posición del Papa como cabeza de la cristiandad y la autoridad exclusiva de la Iglesia para interpretar los textos sagrados.
  • Nuevos medios: se crearon los seminarios para mejorar la educación del clero, se fundaron numerosas escuelas, se estableció el catecismo y se intensificó la labor misionera en otros continentes.
  • La Compañía de Jesús, fundada en 1540 por el vasco San Ignacio de Loyola (1491-1556), esta organización fue el principal apoyo de los papas para poner en práctica la Contrarreforma.

ACTIVIDAD: Lee el siguiente fragmento de Miguel Servet y responde:
Con mis propios ojos he visto yo mismo cómo lo llevaban con pompa al Papa sobre sus hombros los príncipes, fulminando cruces con la mano, y cómo lo adoraba todo el pueblo de rodillas a lo largo de las calles. Llegaban al extremo de que los que podían besarle los pies o las sandalias se consideraban más afortunados que los demás y proclamaban que habían obtenido numerosas indulgencias, gracias a las cuales les serían reducidos largos años de sufrimientos infernales.
Restitución del Cristianismo. 1553
- ¿Qué opinión albergaba Servet hacia el poder de los Papas y por qué?

- ¿Qué consecuencias tuvo expresar estas ideas?

lunes, 23 de octubre de 2017

3. EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA Y SUS CONSECUENCIAS





1. EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
   A lo largo del siglo XV, Castilla y Portugal se presentaron como los dos reinos pioneros en las exploraciones atlánticas. Ambas coronas disponían de una marina cualificada, de enclaves insulares estratégicos para utilizar como bases, habían perfeccionado la cartografía, empleaban instrumentos como la brújula y el astrolabio y navegaban en carabelas. Los marinos portugueses estaban, no obstante, más adelantados y en el último tercio del siglo habían bordeado ya la costa africana occidental en busca de la ruta hacia las Indias y las especias. Castilla, por su parte, solo disponía en la ruta atlántica de las islas Canarias.
   En estas circunstancias aparece Cristóbal Colón (1451-1506), quien era un experimentado marino genovés.  En 1486 expuso ante la corte castellana su proyecto de llegar a las Indias por la ruta oeste. Colón consiguió al final de la Guerra de Granada firmar las Capitulaciones de Santa Fe, una merced regia por la que Colón era nombrado almirante, virrey y gobernador general de las tierras que descubriera, recompensándole además con una décima parte de las riquezas que encontrara. Entre 1492 y 1504, Colón organizó hasta cuatro viajes:
   El primer viaje (1492). Partiendo del puerto de Palos (Huelva), con la compañía de los hermanos Pinzón, una tripulación que rondaba los cien marinos y a bordo de las naves Pinta, Niña y Santa María, el 12 de octubre llegaron a Guanahaní (rebautizada entonces como San Salvador, una de las pequeñas islas que se encuentran entre Cuba y Florida). Continuaron hasta Juana (Cuba) y la Española (Santo Domingo), para regresar finalmente a la Península en marzo de 1493.
   El segundo viaje (1493-1496): Con más de mil hombres en esta ocasión, Colón exploró otras islas como las Antillas menores, San Juan Bautista (Puerto Rico) y Santiago (Jamaica). En este viaje comenzaron las hostilidades con los indígenas, a los que se sometió por la fuerza e incluso se enviaron a la península como esclavos. Las tensiones con Portugal por el control del Atlántico se incrementan notablemente por estas fechas, siendo necesario un acuerdo, el Tratado de Tordesillas (1494) a fin de repartirse las zonas de influencia de cada Corona.
   Durante el tercer (1498-1500) y cuarto (1502-1504) viajes las exploraciones se dirigen hacia el sur, a lo largo de la costa de América Central y hasta la desembocadura del Orinoco.
   Colón murió en 1506 convencido de haber llegado a Asia. Finalmente en 1513, Vasco Núñez de Balboa, tras atravesar el istmo de Panamá, descubrió el mar del Sur (océano Pacífico), confirmando así que un continente entero se interponía entre Europa y las especias.

2. CONQUISTA Y COLONIZACIÓN
De manera prácticamente inmediata el descubrimiento de América, desde la Península Ibérica se diseñó todo un proceso de conquista y colonización entre los siglos XVI-XVIII que podríamos dividir en tres grandes etapas:
  
   1. Las conquistas antillanas. 1502-1519: Se iniciaron con el sometimiento de La Española, Cuba y el resto del archipiélago de las Antillas. Por otra parte Carlos V retomó la obsesión inicial de Colón de establecer una ruta por occidente hacia Asia, fruto de la cual se produce la primera circunnavegación del mundo a cargo de Magallanes y Elcano entre 1519-1522.
   2. Las conquistas continentales. 1519-1549: Destacando la conquista del Imperio Azteca de México entre 1519-1521 por Hernán Cortés y la del Imperio Incaico del Perú entre 1531-1535 por Francisco Pizarro.
   Estas conquistas tuvieron aspectos coincidentes, como que ambos imperios contaban con una numerosa población sedentaria y acostumbrada a la obediencia que fue utilizada por los conquistadores para explotar sus riquezas mineras especialmente de plata. Desde muy pronto se pusieron en explotación dos enormes yacimientos de mineral de plata: Zacatecas en México y Potosí en Bolivia. Naturalmente con el trabajo esclavizado de indígenas.
   En las conquistas influyó mucho la superioridad tecnológica militar de los conquistadores. Fue decisiva la ejecución de los emperadores de los dos imperios, Moctezuma del Imperio Azteca y Atahualpa del Inca.
   3.  Las conquistas interiores. 1550 - siglo XVIII: En este período se fueron sumando Nueva México, Florida, Texas, California, cuenca del Orinoco y el interior de Argentina. Asimismo, desde México se exploró el Pacífico, conquistándose las Islas Filipinas entre 1565-1571.

   En líneas generales la conquista y posterior colonización implicaron consecuencias fatales para la población indígena entre las que caben destacar: el fuerte descenso demográfico fruto de las enfermedades de origen europeo y la dureza del trabajo al que fueron sometidos y la aculturación impuesta sobre todo a través de un severo proceso evangelizador que acabó con las formas de vida y creencias tradicionales.
   Tanto fue así que desde bien pronto  surgieron voces críticas con los métodos empleados, en especial desde la orden religiosa de los dominicos, que denunciaban prácticas como la encomienda, fórmula de explotación a caballo entre la esclavitud y el feudalismo: a un encomendero colonizador se le asignaba una partida de encomendados indios que trabajaban la tierra y pagaban tributos a cambio de protección y evangelización.
   Antonio Montesinos (1475- 1540) y Bartolomé de las Casas (1484-1566) protagonizaron en la primera mitad del siglo XVI un debate en torno a la legitimidad de la conquista  y denunciaron el genocidio de los indígenas. El libro de Las Casas Brevísima relación de la Destrucción de las Yndias tuvo una enorme repercusión.

3. GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN EN EL IMPERIO COLONIAL
   Al descubrimiento y conquista de los nuevos territorios siguió desde principios del siglo XVI un proceso de colonización y explotación de recursos para el cual la metrópoli necesitó extender su aparato administrativo a las colonias. Así, muy tempranamente, en ocasiones sin haber completado el proceso de conquista, la Corona de Castilla promovió instituciones que se ocuparían de los asuntos americanos:

   -La Casa de la Contratación de Sevilla, fundada en 1503, con el cometido de organizar y controlar cualquier intercambio comercial entre la Península y América. Inicialmente la colonia exportó metales preciosos (oro y sobre todo plata) y productos agrícolas desconocidos en Europa (caña de azúcar, cacao, tabaco); e importó ganado, manufacturas y esclavos africanos que sustituyeran o completaran la mano de obra indígena desaparecida.
   -El Consejo de Indias, creado en 1523, con jurisdicción sobre todos los territorios y organismos americanos, que será el principal encargado de legislar, nombrar cargos y fiscalizar todo lo relativo al Nuevo Mundo. Dada la enorme extensión, la tremenda distancia y las peculiaridades de los nuevos territorios, el Consejo de Indias tuvo que promover la creación de instituciones afincadas en los territorios colonizados, entre las que destacaban los virreinatos.
   - Los virreinatos: circunscripción de rango superior gobernadas por un representante del rey. Inicialmente hubo dos: Nueva España (1535), que básicamente se asentó sobre los límites del Imperio Azteca, y Perú (1543) sobre los del Inca.
           
4. IMPACTO DE AMÉRICA EN ESPAÑA
   La explotación española de América coincidió en el tiempo con una teoría política y económica conocida como Mercantilismo. Dicha teoría, hegemónica entre los siglos XVI y XVIII, defendía que la riqueza de un país era directamente proporcional a los metales preciosos que era capaz de controlar. España por tanto no será ajena a prácticas encaminadas a satisfacer este fin:
     La explotación de minas de oro y plata, destacando las de plata de Zacatecas (México) y Potosí (Perú) fueron la principal fuente de riquezas obtenidas de las Indias.
     En cualquier caso, y pese a los problemas que tuvieron que atravesar, la hacienda española experimentó una fase de expansión económica que se tradujo en su correspondiente crecimiento demográfico y por ello un aumento tanto de la demanda de bienes como de la circulación de moneda. Pero hubo muchas circunstancias que provocarían una revolución de los precios marcada por la inflación,  a partir de la cual España fue paulatinamente perdiendo su posición de privilegio en América frente a la pujanza de potencias como Inglaterra, Holanda y Francia.
      El Nuevo Mundo supuso una válvula de escape para un amplio sector de la población española que no encontraba acomodo. Así, desde segundones nobles a gentes sin oficio, pasando por aventureros, se embarcaron hacia las nuevas tierras con la intención de encontrar su lugar. Tanto es así, que en el habla popular se fue instaurando la expresión “hacer las Américas” para referirse a los nuevos territorios como un destino repleto de oportunidades.


TEXTO:
FRAGMENTO DEL SERMÓN DE FRAY ANTONIO MONTESINOS PRONUNCIADO FRENTE A LOS ENCOMENRETOS DE LA ISLA LA ESPAÑOLA (SANTO DOMINGO) EL DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 1511

   Decid, ¿con qué derecho  y con qué justicia tenéis  en tan cruel y horrible  servidumbre aquestos indios?
   ¿Con qué auctoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban
en sus tierras mansas y pacíficas,  donde tan infinitas dellas, con muerte  y estragos nunca oídos habéis consumido?
   ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados,  sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades  en que, de los excesivos trabajos que les dais,  incurren y se os mueren y, por mejor decir,  los matáis por sacar y adquirir oro cada día?
   ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine  y cognozcan a su Dios y criador,  sean baptizados, oigan misa,  guarden las fiestas y domingos?
   ¿Éstos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos?
   ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad  de sueño tan letárgico dormidos?

ACTIVIDAD:
   a) Sintetiza por escrito los argumentos de Antonio Montesinos contra el maltrato y explotación de los indígenas.

   b) Explica que era un encomendero y un encomendado.

lunes, 25 de septiembre de 2017

2. MUNDO DESARROLLADO Y MUNDO SUBDESARROLLADO

   La civilización actual presenta una clara división en dos mundos: el desarrollado y el subdesarrollado. La riqueza, incluso el despilfarro, del primero, contrasta vivamente con la escasez general que se sufre en el segundo. Esta situación es fruto de numerosos factores sociales, políticos, económicos e históricos.

Características del desarrollo

   Industrialización: constituye el primer paso para el desarrollo.
  Economía saneada y diversificada: las naciones industriales ven mejorados todos los aspectos de su economía, especialmente en sus ámbitos comerciales, financieros y bancarios.
   Producto Interior Bruto elevado.
   Gran desarrollo de las infraestructuras (transportes, sanidad, etc.).
   Democracia parlamentaria: aunque no parece requisito indispensable (los antiguos países socialistas poseían, en general, un alto grado de desarrollo dentro de regímenes autoritarios), las naciones más ricas son, sin excepción, estados democráticos.
   Alto nivel de vida.
   Envejecimiento de la población.
   Consumo de recursos a gran escala: sus efectos son el agotamiento de las fuentes, la contaminación y el despilfarro.
 
Diferentes niveles de riqueza
Para ponderar adecuadamente la tradicional clasificación entre Norte (países industrializados de Europa, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón, Australia y Nueva Zelanda) y Sur (el resto de los países) al señalar los diferentes niveles de riqueza, en 1992 Naciones Unidas propuso clasificar los países por el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
   Este indicador combina los valores clásicos, exclusivamente económicos, utilizados hasta entonces para clasificar la riqueza como el Producto Nacional Bruto (PNB), la Renta per capita (el PNB dividido por el número de habitantes) con otros factores culturales y sociodemográficos como la esperanza de vida al nacer, el nivel de instrucción, el acceso a la cultura, etcétera.
   La utilización exclusiva del PNB suponía situar en niveles similares a países con grandes diferencias sociales. Así, los Emiratos Árabes Unidos por su renta per cápita figuran en el puesto 4º del ranking mundial, pero con el IDH figuran en el 45.º, mientras que Canadá, es el 8.º en PNB y el 1.º según el IDH.

Características del subdesarrollo
   Carencia de industrias: la producción industrial es mínima y de carácter tradicional (artesanía). Las escasas fábricas existentes suelen ser instalaciones de empresas extranjeras que se aprovechan del menor coste de la mano de obra local.
   Economía basada en el sector primario: la agricultura de subsistencia y el monocultivo de productos destinados a la exportación (cacao, café, tabaco, plátanos) suelen constituir la base de una economía desordenada, irregular y sin diversificación.
   Producto Interior Bruto muy bajo.
   Escasez de recursos.
   Gobiernos autoritarios: aunque no es característica general, sí resulta muy frecuente. A menudo, la pobreza constituye un caldo de cultivo para el establecimiento de dictaduras.
   Corrupción generalizada: resultado de la carencia de garantías legales. Supone un grave freno para el desarrollo económico.
   Bajo nivel de vida: la pobreza disminuye la esperanza de vida. El hambre y las epidemias son frecuentes en estos países.
   Carencia de infraestructuras: debida a la falta de medios económicos o a la mala gestión de los recursos disponibles.
   Alto índice de natalidad: propiciado por la falta de planificación familiar e información sobre los medios contraceptivos. La explosión demográfica aumenta los problemas de hambrunas y pobreza.
 
Un mundo injusto
   La división actual del mundo nos ofrece una realidad profundamente injusta. Los habitantes de los países desarrollados, aproximadamente el 20% de la población global, se reparten el 82% de la riqueza planetaria. El resto de los habitantes, más de 5.000 millones, deben contentarse con el 18% restante que, por otra parte, tampoco se reparte de un modo justo.
   Un habitante de Estados Unidos consume en un año la energía suficiente para abastecer durante el mismo periodo a una familia numerosa africana. La conclusión es que la riqueza de algunos países parece basarse en la pobreza de otros. La solución a este problema no es fácil. Sin embargo, desde el primer mundo se pueden adoptar medidas individuales, como reducir la generación excesiva de residuos, disminuir los gastos superfluos y, sobre todo, evitar el despilfarro energético característico de las sociedades desarrolladas.


domingo, 24 de septiembre de 2017

1. ACTIVIDADES ECONÓMICAS Y RECURSOS


    La economía, constituye una de las actividades más características del ser humano desde los inicios de la historia. La humanidad extrae recursos de la naturaleza, los transforma y los distribuye, lo que le sirve para crear una complicadísima red económica de producción e intercambio que da forma a la sociedad y determina en gran medida el desarrollo de los hechos políticos y culturales.

Los recursos y la población
   Los recursos son fuentes de materia prima de origen natural. Proporcionan tanto alimentos como los elementos materiales más diversos para su uso posterior en la industria. Existen numerosas fuentes de recursos:

   Recursos minerales: muy variados, se utilizan en la producción industrial y energética: metales, tierras, minerales, petróleo, carbón, gas natural, etc.
   Recursos energéticos: dependen de la distribución física de un determinado territorio: zonas propicias para construir presas, áreas de viento constante, áreas soleadas, etc.
   Recursos vegetales: se utilizan para la alimentación y la industria: cultivos, recolección (trufas, setas, hierbas aromáticas, etc.), fibras textiles (algodón), madera, esencias, productos químicos.
   Recursos animales: de uso básicamente alimenticio, aunque también tienen aplicaciones industriales: ganado, caza, pesca (fluvial y marítima), lana, pieles, experimentación científica.
   Recursos humanos o Fuerza de Trabajo: La población humana también constituye un recurso. Una región se desarrolla basándose, en gran medida, en el número, la capacidad de trabajo y la preparación de sus habitantes.
   Recursos físicos: condiciones del territorio, fertilidad de la tierra, clima, accesos, proximidad al mar, salubridad, grado de desarrollo tecnológico.

   A lo largo de los siglos la humanidad ha aprovechado los recursos disponibles y ha mantenido cierto equilibrio con el ambiente circundante. Sin embargo, el mundo actual soporta una población creciente y un sistema económico que amenaza con desbordar la cantidad de energía y materias primas y con producir un colapso en los sistemas de producción y distribución. De hecho, hoy en día el desabastecimiento es un gravísimo problema que afecta a un porcentaje elevado de la humanidad.


Los sectores económicos
   La transformación de los recursos naturales es una de las principales actividades humanas. La actividad económica es variada y presenta múltiples interrelaciones. Tradicionalmente se ha contemplado la división de la economía en sectores:

   Sector primario: fuentes básicas de materia prima y alimentos. Incluye la minería, la agricultura, la ganadería y la pesca. El predominio del sector primario es característico de economías poco desarrolladas en el ciclo del capitalismo.
   Sector secundario: engloba las actividades de transformación de las materias primas. Industria, artesanía. Toda actividad que se resuelva en la producción de una mercancía material se incluye en este sector.
   Sector terciario: funciones superiores de la economía, no basadas directamente en los recursos naturales: comercio, servicios (sanidad, transportes, etc.), turismo, banca y actividad financiera. Es el sector dominante en los países más ricos y desarrollados. De hecho, algunos de ellos, con pocos recursos naturales, como Holanda, basan su extraordinario nivel de vida en este tipo de actividades.

El Sistema Mundo y la Globalización
   En el inicio del siglo XXI la economía mundial afronta un desafío sin precedentes: la adaptación de las actividades económicas, tradicionalmente localistas, a un mercado global en expansión. Es el sistema mundo, es decir, el desarrollo de una red de producción e intercambios de alcance mundial, por encima de las diferencias nacionales y sin tener en cuenta las fronteras. A la expansión de este sistema se le denomina Globalización.
   Este proceso queda de manifiesto con la creación de espacios macroeconómicos, como la Unión Europea, Mercosur y otros parecidos. El desarrollo de los medios de producción y los sistemas de comunicación y transporte han favorecido en gran medida este proceso.

   Pese a todo, aún subsisten medidas proteccionistas de las economías nacionales, tales como aranceles, impuestos y tasas que gravan los precios de los productos procedentes de otras naciones. La creación de un mercado único mundial se encuentra todavía lejos de ser una realidad.

jueves, 21 de septiembre de 2017

¿PARA QUÉ SIRVE LA HISTORIA?

   La Historia cuenta un conjunto de hechos que ya han pasado, se aprenden de memoria y sirven para tener cultura general. Todos hemos pensado eso alguna vez, pero aunque algunos se empeñen, es sólo una verdad a medias. Antonio Gramsci escribió: Me gusta la historia porque se ocupa de los hombres vivos, y todo lo que se refiere, a los hombres, al mayor número posible de hombres, a todos los hombres del mundo en cuanto se unen entre sí en sociedad, y trabajan y luchan y se mejoran a sí mismos.
   Piensa en esto: cuando algo o alguien nos gusta nos sentimos atraídos, deseamos conocer, saber qué y cómo es. No se trata de amar la Historia sino de conocerla y poderla interpretar. Y eso ya es mucho.    
  Aunque a veces lo olvidarnos, nosotros también seremos pasado para generaciones futuras, y lo poco o mucho que haga­mos en nuestra vida no querremos que se ignore o archive en un museo.
   Volvamos al principio. La Historia no es un cuento o una narración que debas memorizar. La Historia no existe hasta que las personas la construyen, la inter­pretan y le dan un sentido. En realidad, construir un hecho es resolver un problema. Por ejemplo, la cuestión no es ¿qué pasó en España en 1931?, sino ¿desde cuándo pueden votar las mujeres en España, por qué no podían hacerlo antes y por qué pudieron entonces? Pueden votar desde 1931, durante la Segunda República. No podían hacerlo antes porque se consideraba que eran inferiores, y lo hicieron entonces por las presio­nes y demandas de cientos de mujeres conscientes sobre los partidos políticos. Esto es un ejemplo de lo que debemos comprender y recordar.
    La Historia tampoco nos cuenta solo cosas que ya han pasado, sino que están pasando. Es como empezar a ver una película por la mitad: si no conozco el princi­pio no entenderé lo que está pasando ahora y mucho menos entenderé lo que pasará después.
   Aunque te parezca lo contrario, e! pasado no se conserva congelado como los mamuts en los hielos del Norte. El pasado no está muerto: quienes mueren son las personas, pero no sus ideas, sus sueños o sus esperanzas. Los antiguos egipcios, griegos o romanos, los hombres y mujeres del Renacimiento o de la Ilustra­ción, pertenecen al pasado como nos ocurrirá a noso­tros también dentro de algunos años, pero lo que estas gentes fueron, lo que pensaron e hicieron forma parte de lo que somos, A menudo rechazamos esta o aquella acción porque, según la sociedad en que vivimos, son aceptables o no, y si son aceptables es porque la sociedad las recibió así de generaciones anteriores. Como ves, el pasado influye en nuestra vida continuamente, no es un recuerdo, sino una rea­lidad viva. Y si lo ignoro, sí no conozco el pasado, no entenderé el mundo que me rodea. La incompren­sión del presente nace de la ignorancia del pasado.
   Pero el pasado no obliga. Por suerte, no nos dice lo que debemos hacer en cada momento. La Historia no es un maestro que juzga categóricamente lo que está bien y lo que está mal. Lo que hagamos en nuestra vida, lo que la sociedad llegue a ser es cosa nuestra. Todos conocemos a gente que piensa que lo bueno es lo que siempre ha sido así, lo que la sociedad acepta, y lo nuevo, lo insólito, lo que se sale de lo común es algo anormal que hay que rechazar. Lo que no nos explican es por qué las cosas son como se aceptan y no de otra manera. La historia nos enseña que lo que hoy se supone que es verdad, mañana puede serlo a medias o no serlo.
   ¿Te has parado a pensar lo difícil que es saber dónde empieza el presente y dónde acaba el pasado? Todo se crea en el tiempo. Vas a estudiar hechos que ocu­rrieron antes de que todos nosotros naciéramos. Las consecuencias son nuestro presente.
   Por último, la Historia no sirve sólo para poseer cul­tura general, sino, sobre todo, para conocer y com­prender la realidad. La cultura no se consigue simple­mente estudiando o leyendo, también hay que escuchar a los demás, dialogar con personas que pien­san y viven de forma diferente a nosotros. Personas alejadas de nosotros en el tiempo y en el espacio con una sociedad y una cultura distintas que no es posible juzgar y mucho menos sobre la base de los valores de nuestra cultura, en un espacio que probablemente no conozcas, pero que debemos entender porque la vida de cada pueblo está unida al lugar donde se produce.
   La Historia tiene que dar respuesta válida a los pro­blemas de hoy: explicar las razones de la pobreza, el hambre ,y el paro, ayudarnos  a luchar contra la degra­dación de la naturaleza y el racismo, enseñarnos a valorar y cuidar nuestro patrimonio artístico y cultural, a aprender practicando una serie de procedimientos, a querer saber y comprender, a analizar y criticar com­portamientos de otras personas, demostramos que las cosas no ocurren por casualidad ni son inevitables; sino que todo tiene sus causas. Enseñarnos a ser soli­darios y saber que un éxito mío es un éxito de todos, porque los pueblos y las sociedades se componen de personas; enseñarnos un vocabulario racional y operativo que nos permita comunicarnos más y mejor, y darnos un conocimiento claro de qué y cómo somos, porque sólo así podremos ser libres.
   La Historia es el estudio científico de las actividades y creaciones de los hombres en su época y en socie­dades muy variadas. En cuanto que personas, nos enseña a pensar, sentir y actuar; en cuanto que miembros de un grupo, nos aporta autonomía y nos inserta en nuestra comunidad. La Historia ha de afrontar la realidad con mirada crítica para transformar nuestro presente en algo mejor.


Esteban Álvarez. Historia y Ciencias Sociales. Ed McGraw Hill.1995

domingo, 17 de septiembre de 2017